Vamos a dar un golpe de actualidad a este blog. Hace escasamente un par de horas, las carpas colocadas en el parque de Txaltxa Zelai en Eibar, han salido volando a causa del viento hasta caer en la calle Juan Gisasola. A la primera llamada he pensado que no sería para tanto, pero cuando me ha llamado el cuarto para decirme lo mismo me he dicho "habrá que acercarse". ¡Qué mejor plan para un viernes por la noche! Así que ahí va esta foto que se puede enmarcar en la sección "Qué bonito es mi trabajo".

De hoy no pasa. La semana pasada arañamos unos días de fiesta para darnos una vuelta por Londres. Como turistas en estado puro en el centro de la urbe vimos todo lo que había que ver. Con la cámara en el bolsillo no dejamos de disparar a todo lo que fuera "tipicol" (no confundir con los humoristas). Pues eso, si un día de estos saco un rato y me duele la cabeza menos que hoy pondré más fotos pero mientras tanto, aquí va una puesta de sol junto al Támesis.

Hoy he ido a Pancorbo aprovechando un bonito día de lluvia sin parar. Esta época del año es una gozada para la vista, los montes están llenos de colores y el mero hecho de mirar por la ventanilla es una gozada. A la vuelta, he parado en la zona de Urkiola y he sacado unas cuantas fotos, aunque el paisaje no es lo mío. Aquí cuelgo una que pese a lo que alguno pueda pensar, apenas está retocada, tan sólo un pelín para restar ruido a la imagen.

Voy a colgar, en sentido figurado, a estas cuatro brujillas que me encontré el sábado por la tarde. Son Nagore, Naia, Olatz y Garazi. Menos mal que la primera me tiene todavía un poquito de miedo porque el resto me han perdido ya el respeto que me tuvieron tiempo atrás. Ala.

Hoy ha sido un día de esos que comienzan con una horita de espera en Ipurua para hacer una foto (qué bonito el trabajo de fotógrafo), ya. Pues mientras pasaba el rato he hecho la foto más toooooópica que se podía. Pues ahí va, ala.

Bueno, bueno, bueno, como se ve esto empieza a desvariar. Hoy venía hacia casa en un día de estos asquerosos en los que no para de llover. Cuando llevas seis u ocho kilos de peso de equipo colgando del hombro, no te hace mucha gracia andar, así que he buscado una alternativa con robo de un coche de por medio. Pero al final, me ha tocado andar, eso sí, más ligero. El que entienda algo de lo anterior ¡premio! Yendo al grano. Cerca de casa me he encontrado esta imagen y me ha llamado la atención. Son esas cosas que tenemos alrededor y en las que no reparamos hasta un día. El otro día me decía alguien "¿que qué me parecen esas fotos? pues lo de siempre, gente de países de a tomar por saco, más de lo mismo". No es que yo esté de acuerdo, pero en contraposición a eso esta foto es lo más cercano, a no ser que empiece a sacar fotos dentro de casa, claro ¿?

Un compañero me enseñó el otro día esta forma de presentación y he cogido las fotos de una de las secciones de mi web para hacer una prueba. Alguno dirá "menuda novedad", pero a ver qué os parece.