El viernes por la noche me tocó acercarme a Elgeta. Un frontón abarrotado asistía a uno de esos torneos en los que se ve a los pelotaris que el día de mañana serán figuras en los estelares. Sin embargo, no todo sale a pedir de boca, y eso es un filón para los fotógrafos. Nadie desea el mal ajeno, pero si la pelota queda bajo la chapa, siempre se agradece un gesto. Y aquí, uno de ellos. ¡¡Qué rabia!!
1 comentario:
Harían falta más de tres mil palabras. Perfecta.
Maite
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